Nació en 1874 en
una familia protestante de confesión metodista (su padre era pastor
de una de estas iglesias), que hizo de la disciplina y la austeridad el signo
de los primeros años de su vida. Ingresó en la Universidad Wesleyana de Connecticut,
donde se graduó en 1895. Pasó luego a la Universidad de Harvard, donde
tuvo como maestro a William James. Sus investigaciones con polluelos las
hizo en el mismo sótano de James. En principio, se interesó por la comunicación
mediante gestos inconscientes (debido a la información que le llegó sobre un
caballo que realizaba operaciones aritméticas). Trabajó luego como tutor en la Universidad
de Columbia, en Nueva York, donde se doctoró en 1898. Continuó dando
clases en Columbia hasta su jubilación en 1941. Murió en 1949.
Contribuciones
Su contribución más importante es la formulación de la llamada ley
del efecto, a partir de los estudios que realizó con gatos en cajas-problema de
las que debían escapar. La ley del efecto explicará la teoría de Skinner del
condicionamiento operante.
Edward L. Thorndike fue profesor de psicología durante más de
treinta años en el Teachers College de Columbia, Estados Unidos. Lo que más
atrajo su interés fue la teoría del aprendizaje, y se cuenta entre los
importantes precursores del conductismo. Watson se fundó en gran parte en la
obra de Thorndike y en la de Pavlov. El interés de Thorndike por la psicología
apareció después de un curso en la Universidad de Harvard donde tuvo de
profesor a William James. Los primeros experimentos de Thorndike sobre el
aprendizaje, en que los sujetos experimentales eran pollitos, fueron realizados
justamente en el sótano de la casa de James, para deleite de los hijos de éste.
Las numerosas fábulas y relatos tradicionales que cuentan maravillas de la
inteligencia de los animales no impresionaban a Thorndike, quien por el
contrario sostenía que nadie se había ocupado de describir la estupidez animal.
"Por cada perro que encuentra el camino de regreso al hogar -decía-,
hay quizás un centenar que se pierden." Sostenía Thorndike que
los animales no razonan ni avanzan en la resolución de problemas mediante
súbitos estallidos de introvisión, sino que aprenden de una manera más o menos
mecánica, partiendo de un método de ensayo y error. Las conductas que les
resultan fructíferas y gratificantes se "imprimen" en el sistema
nervioso.
Según Thorndike, el aprendizaje se compone de una serie de
conexiones entre un estímulo y una respuesta, que se fortalecen cada vez que
generan un estado de cosas satisfactorio para el organismo. Esta teoría
suministró las bases sobre las que luego Burrhus Frederic
Skinner construyó todo su edificio acerca del condicionamiento
operante.
Más adelante, Thorndike aplicó sus métodos para el adiestramiento
de animales a niños y jóvenes, con éxito considerable, y llegó a tener grandes
predicamentos dentro del campo de la psicología educativa.

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